
Ya están aquí los nominados a la próxima entrega de premios Oscar que realiza la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de EEUU. Y como cada año viene con una gran cantidad de expectativa, pero sobre todo de controversia. ¿Por qué? Fácil: la falta de diversidad cultural en las nominaciones. Y antes de saltar a decir que eso no tiene importancia porque “si no hay mujeres directoras nominadas seguramente es porque no son tan buenas” hablemos un poco de la importancia de incluir más diversidad de voces a un evento de espectáculo tan popular como este.
Al margen de si los Oscares tienen o no prestigio, es innegable que tienen una fuerte influencia en el mundo del entretenimiento, o al menos en la percepción popular que se tiene sobre “buen cine”, además de su carga sociopolítica, al menos en lo que Hollywood se refiere. Año tras año se vuelven tema de debate entre la gente de la industria así como entre la comunidad cinéfila, y los últimos años una de las razones principales que más genera discusión es sobre si los Oscares no son lo suficientemente inclusivos o, por el contrario, en verdad solo se enfocan a lo mejor que da el cine durante el año.
El tema de la inclusión es algo no tan fácil de abordar pues se puede abordar desde la completa ignorancia, lo que provoca acercarse a él de manera muy superficial cayendo en conclusiones que no aportan nada a la discusión. Pero sea como sea, es algo muy importante como para simplemente desestimarlo o exigirla por exigirla.
Es entendible que se critique a dicha inclusión de ser forzada y “políticamente correcta”. Hay decenas de casos que ilustran la forma superficial en la que grandes compañías solo buscan el beneficio de ser correctos, para así llegar a una audiencia o consumidor más amplio. Disney es el claro ejemplo de esto, se jacta de incluir personajes de sectores minoritarios cuando en realidad lo que nos da son extras que están de mero adorno y que no se dignan en desarrollar. Se puede ver en películas como la reciente El Ascenso de Skywalker, donde una pareja de lesbianas nos regalan un beso que está metido para cumplir y decir que son los más socialmente conscientes (sí, sean gays pero allá de lejitos pa’ no molestar, que a los que no les gusta el asunto también son nuestra audiencia), o en la última entrega de Avengers, donde se conforman con meter un plano donde aparecen todas las heroínas en lugar de darles más peso en la trama y hacerlas parte indispensable para la conclusión de la misma (¿Por qué no ampliar la participación e importancia de Capitana Marvel? ¿qué les detiene que ella u otro personaje femenino sean quienes tienen peso valioso en la narrativa?)). Y así podríamos seguir poniendo ejemplos de cómo las productoras buscan colocar filmes bajo la falsa bandera de la conciencia social sólo para poder captar la atención que necesitan para generar dinero.

Pero la inclusión social no es la inclusión forzada, y el menosprecio a las quejas solo vuelve más difícil entender la importancia de tomar en cuenta voces que sistemáticamente han sido calladas o ignoradas. Sobre todo en una industria tan grande e influyente como es la Hollywoodense, que parte de su grandeza la adquirió gracias a la explotación creativa de minorías, tanto sus ideas y cultura, como de fuerza de trabajo.
Y esto no es un invento, tan solo hay que ver lo que hizo en su momento D. W. Griffith, una de las mentes más prestigiosas en el mundo cinematográfico, pero también un racista declarado. Su filme The Birth of a Nation de 1915 es un hito en el cine. Una de las películas más revolucionarias en su momento gracias a sus avances técnicos pues llevó el lenguaje cinematográfico a un nivel que sentó cátedra y definió mucho de lo que conocemos ahora. Pionera en la forma de usar los close-ups, los fade-outs, además de ser la primera en tener una banda sonora con orquesta y arriesgarse a alcanzar un metraje de 3 horas, la película también era abiertamente racista. La trama, que contaba la historia de los Estados Unidos durante la Guerra de Secesión a través de dos familias amigas (cada una representando el Sur y el Norte del país) mostraba a las personas de color -muchos de los cuáles eran actores blancos maquillados aka blackface– como personas moralmente detestables, violentas, poco inteligentes y abusadoras, a la vez que mostraban al Ku Klux Klan como un movimiento heroico.

Y eso por mencionar un solo proyecto de los miles que ha producido Hollywood a través de los años. Han salido películas donde la mujer es usada como mero objeto sexual o romántico, o donde se caricaturizan a homosexuales. Si nos vamos a la labor dentro de la industria, el trabajo de mujeres, gente de color, morenos, asiáticos, homosexuales, siempre se ha visto invisibilizado. Y todo esto siempre en favor de la misma visión: varones blancos que no conocen el mundo más allá de lo que ellos vivieron, que regularmente es un mundo con más privilegios que desventajas, y que dictaba qué cultura es la que se impondría. Ellos eran quienes decían qué tipo de películas se hacía, y al margen de que siempre ha habido quienes están interesados en otro tipo de historias, el hilo de Hollywood siempre ha sido cortado con la misma tijera. Estas mismas personas son las que siguen dictando agenda en la industria, y que creen que una persona de color solo merece ser considerada cuando participa en un filme que habla sobre esclavitud (la mayoría de las veces esa es la constante cuando hay nominaciones y ganadores negros en los Oscar).
Con esto no quiero decir que las películas nominadas este año sean malas y no merezcan la consideración, pero no se puede tapar el sol con un dedo y fingir que no hace calor. Increíble que Greta Gerwig no haya sido parte de la terna después de entregar Mujercitas, mientras que Todd Phillips sí. Y no me malinterpreten, Joker me parece una película de grandes méritos, valiente y arriesgada, pero quien sepa un mínimo de cómo funciona el cine, la dirección palidece mucho sobre todo si se compara con el trabajo de sus competidores. ¿O qué me dicen de Awkwafina? Quien ya se llevara el Globo de Oro por su actuación en The Farewell hoy se ve ignorada y en su lugar tenemos a… ¿Renee Zellweger? Vaya, que es una buena actriz, pero su película biográfica sobre Judy Garland ha pasado sin pena ni gloria en la cartelera internacional y para la crítica especializada.
La lista de ignorados sigue y lamentablemente las 7 nominaciones para Parasite, película coreana dirigida por Joon-ho Boong, que se llevó la atención total del mundo este año y que de no haber ganado la Palma de Oro en Cannes seguramente también hubiera sido ignorada, no son suficientes para creer que la Academia está viendo más allá de su imperio.

La importancia de la inclusión social en la cultura popular, el arte y la industria abarca más que solo darle espacios a minorías. Se trata, fundamentalmente, en visibilizar las diferentes voces que están definiendo desde hace décadas la forma en que se hace y se ve, las voces que moldean la cultura que define a una grandísima parte de la humanidad y que, por consecuencia, define el futuro. La innovación hace mucho que dejó de estar en manos de unos cuantos ejecutivos privilegiados, y el cine como arte, medio de comunicación y cultural, está evolucionando y revolucionando por las voces que históricamente han sido ignoradas y que hoy en día suenan más fuerte que nunca.
Hace años que nadie se toma en serio a los Oscares, pero su influencia e importancia siguen siendo grandes, y la Academia debe empezar a replantearse en serio la forma en que ven al cine, que supuestamente es la médula espinal que los mantiene en pie. Si no están dispuestos a abrir los ojos a la multiculturalidad que los rodea, esa médula espinal va a quedar parapléjica más pronto de lo que creen.
En fin, los nominados fueron anunciados y la entrega está a la vuelta de la esquina. Hay esperanzas de que se haga justicia, pero sinceramente no será así. Veremos sorpresas y premios cantados, pero los atropellos no se quedan en el anuncio de las nominaciones, así que esperemos ver cómo se vuelve a ignorar a Martin Scorsese, por decir solo uno de tantos.
Aquí la lista de nominados.
Mejor película
- Le Mans’66
- El irlandés
- Jojo Rabbit
- Joker
- Mujercitas
- Historia de un matrimonio
- 1917
- Érase una vez… en Hollywood
- Parásitos
Mejor actriz
- Cynthia Erivo, por Harriet
- Scarlett Johansson, por Historia de un matrimonio
- Saoirse Ronan, por Mujercitas
- Charlize Theron, por El escándalo
- Renee Zellweger, por Judy
Mejor actor
- Antonio Banderas, por Dolor y gloria
- Leonardo DiCaprio, por Érase una vez… en Hollywood
- Adam Driver, por Historia de un matrimonio
- Joaquin Phoenix, por Joker
- Jonathan Pryce, por Los dos Papas
Mejor dirección
- Martin Scorsese, por El irlandés
- Todd Phillips, por Joker
- Sam Mendes, por 1917
- Quentin Tarantino, por Érase una vez… en Hollywood
- Bong Joon Ho, por Parásitos
Mejor actriz secundaria
- Kathy Bates, por Richard Jewell
- Laura Dern, por Historia de un matrimonio
- Scarlett Johansson, por Jojo Rabbit
- Florence Pugh, por Mujercitas
- Margot Robbie, por El escándalo
Mejor actor secundario
- Tom Hanks, por Un amigo extraordinario
- Anthony Hopkins, por Los dos Papas
- Al Pacino, por El irlandés
- Joe Pesci, por El irlandés
- Brad Pitt, por Érase una vez… en Hollywood
Mejor vestuario
- Sandy Powell y Christopher Peterson, por El irlandés
- Mayes C. Rubeo, por Jojo Rabbit
- Mark Bridges, por Joker
- Jacqueline Durran, por Mujercitas
- Arianne Phillips, por Érase una vez… en Hollywood
Mejor banda sonora
- Hildur Gudnadóttir, por Joker
- Alexandre Desplat, por Mujercitas
- Randy Newman, por Historia de un matrimonio
- Thomas Newman, por 1917
- John Williams, por Star Wars: El ascenso de Skywalker
Mejor montaje de sonido
- Donald Sylvester, por Le Mans’66
- Alan Robert Murray, por Joker
- Oliver Tarney and Rachael Tate, por 1917
- Wylie Stateman, por Érase una vez… en Hollywood
- Matthew Wood y David Acord, por Star Wars: El ascenso de Skywalker
Mejor mezcla de sonido
- Gary Rydstrom, Tom Johnson y Mark Ulano, por Ad Astra
- Tom Ozanich, Dean Zupancic y Tod Maitland, por Joker
- Mark Taylor y Stuart Wilson, por 1917
- Paul Massey, David Giammarco y Steven A. Morrow, por Le Mans’66
- Michael Minkler, Christian P. Minkler y Mark Ulano, por Érase una vez… en Hollywood
Mejor película de habla extranjera
- Corpus Christi (Polonia)
- Honeyland (Macedonia del Norte)
- Los Miserables (Francia)
- Dolor y Gloria (España)
- Parásitos (Corea del Sur)
Mejor fotografía
- Rodrigo Prieto, por El irlandés
- Lawrence Sher, por Joker
- Jarin Blaschke, por El faro
- Roger Deakins, por 1917
- Robert Richardson, por Érase una vez… en Hollywood
Mejor película animada
Mejor guion adaptado
- Steven Zaillian, por El irlandés
- Taika Waititi, por Jojo Rabbit
- Todd Phillips y Scott Silver, por Joker
- Greta Gerwig, por Mujercitas
- Anthony McCarten, por Los dos Papas
Mejor guion original
- Rian Johnson, por Puñales por la espalda
- Noah Baumbach, por Historia de un matrimonio
- Sam Mendes y Krysty Wilson-Cairns, por 1917
- Quentin Tarantino, por Érase una vez…en Hollywood
- Bong Joon Ho y Han Jin Won, por Parásitos
Mejor canción
- (I’m Gonna) Love Me Again (Elton John) – Rocketman
- Stand Up (Cynthia Erivo, Joshua Campbell) – Harriet
- Into the Unknown (Kristen Anderson-Lopez, Robert Lopez) – Frozen II
- I’m Standing With You (Diane Warren) – Más allá de la esperanza
- I Can’t Let You Throw Yourself Away (Randy Newman) – Toy Story 4
Mejor diseño de producción
Mejores efectos especiales
Mejor maquillaje y peluquería
- Kazu Hiro, Anne Morgan y Vivian Baker, por El escándalo
- Nicki Ledermann y Kay Georgiou, por Joker
- Jeremy Woodhead, por Judy
- Naomi Donne, Tristan Versluis y Rebecca Cole, por 1917
- Paul Gooch, Arjen Tuiten y David White, por Maléfica: maestra del mal
Mejor documental
- American Factory
- The cave
- The edge of democracy
- Para Sama
- Honeyland
Mejor cortometraje de ficción
- Brotherhood
- Nefta Football Club
- The Neighbor’s Window
- Saria
- A sister
Mejor cortometraje animado
- Dcera (Daughter)
- Hair Love
- Kitbull
- Memorable
- Sister
Mejor cortometraje documental
- In the absence
- Learning to skateboard in a warzone (if you’re a girl)
- Life overtakes me
- St.Louis Superman
- Walk run cha-cha
Mejor montaje
- Michael McCusker y Andrew Buckland, por Le Mans’66
- Thelma Schoonmaker, por El irlandés
- Tom Eagles, por Jojo Rabbit
- Jeff Groth, por Joker
- Yang Jinmo, por Parásitos
Texto de César Augusto.